Miopía
La miopía es un problema de visión que se caracteriza por la dificultad de enfocar objetos a distancia. El individuo miope es plenamente capaz de enfocar objetos que están cerca, consiguiendo, por ejemplo, leer un libro sin ninguna dificultad. Sin embargo, cuando el objeto se aleja, todo se queda borroso, siendo muy difícil, o a veces hasta imposible, leer placas, identificar objetos y reconocer rostros.
En situaciones normales, el formato del ojo, de la córnea y del cristalino está bien redondeado y permite que los rayos de luz sean refractados de forma que se unen en un solo punto en la retina, lo que posibilita al cerebro crear imágenes nítidas. Esta condición ocurre debido a la forma del ojo, que hace que los rayos de luz se enfoquen incorrectamente, convergiendo en un punto delante de la retina, en lugar de hacerlo directamente sobre su superficie.
Las principales causas de la miopía incluyen factores genéticos y ambientales. Personas cuyos padres son miopes tienen una mayor predisposición a desarrollar esta condición. Además, la miopía puede agravarse por hábitos visuales, como la lectura prolongada, el uso excesivo de dispositivos electrónicos o trabajar por largos períodos en tareas visuales de cerca.
El tratamiento de la miopía busca mejorar la calidad de visión y puede variar según la edad del paciente y la severidad de la condición. Las opciones incluyen:
- Gafas o Lentes de Contacto: La solución más común, donde se prescriben lentes correctoras para ajustar el enfoque de la luz directamente sobre la retina.
- Cirugía Refractiva: Procedimientos como la LASIK, la PRK o la LASEK utilizan láser para remodelar la córnea y corregir la manera en que la luz se enfoca en la retina.
Hipermetropía
Comúnmente conocida como vista cansada, es un trastorno visual que dificulta ver claramente los objetos cercanos, mientras que los objetos lejanos se pueden ver más claramente. Esta condición ocurre cuando el ojo es demasiado corto en relación a su poder de refracción, o cuando la córnea tiene muy poca curvatura, lo que resulta en que los rayos de luz se enfoquen detrás de la retina en lugar de directamente sobre ella.
Las causas de la hipermetropía suelen ser principalmente genéticas, heredándose de padres a hijos. Sin embargo, también puede desarrollarse debido a factores relacionados con el envejecimiento, como la pérdida de elasticidad del cristalino del ojo. A diferencia de otros trastornos visuales, la hipermetropía puede estar presente desde el nacimiento.
El tratamiento para la hipermetropía pretende mejorar la calidad de la visión y la comodidad del paciente durante actividades de visión cercana. Las opciones pueden ser:
- Gafas o Lentes de Contacto: Se prescriben lentes convexos para ayudar a enfocar la luz directamente sobre la retina, mejorando la visión de cerca.
- Cirugía Refractiva: Procedimientos como LASIK, LASEK, o cirugía de lente intraocular (IOL) pueden corregir permanentemente la hipermetropía al cambiar la forma de la córnea o al reemplazar el cristalino.
- Lentes de Contacto Híbridas o Blandas Especiales: Para aquellos que prefieren no usar gafas o someterse a cirugía, estas lentes pueden ofrecer una alternativa cómoda y eficaz.
Astigmatismo
Es un trastorno visual común caracterizado por una visión borrosa o distorsionada a cualquier distancia. Esto se debe a una irregularidad en la curvatura de la córnea o, en algunos casos, del cristalino, que impide que la luz se enfoque de manera uniforme en la retina. A diferencia de la miopía o la hipermetropía, donde la curvatura de la córnea es más simétrica, el astigmatismo resulta de una córnea o cristalino con una forma más parecida a la de un balón de fútbol que a la de una esfera perfectamente redonda.
El astigmatismo puede ser hereditario y estar presente desde el nacimiento, o desarrollarse después de una lesión ocular, cirugía o enfermedad. La mayoría de las personas tienen algún grado de astigmatismo, aunque no siempre es lo suficientemente pronunciado como para necesitar corrección.
El tratamiento para el astigmatismo procura mejorar la visión y la calidad de vida del paciente. Entre las opciones se encuentran:
- Gafas o Lentes de Contacto: Las lentes correctoras especiales, conocidas como lentes tóricas, están diseñadas para compensar la irregularidad en la curvatura de la córnea o el cristalino.
- Cirugía Refractiva: Procedimientos como LASIK, PRK, o LASEK pueden remodelar la córnea para corregir el astigmatismo. Estas cirugías son populares debido a su capacidad para corregir la visión de manera efectiva y permanente.
- Lentes de Contacto Ortoqueratológicas (Ortho-K): Aunque más comúnmente utilizadas para la miopía, en algunos casos también pueden corregir el astigmatismo. Estos lentes se usan durante la noche para moldear la córnea temporalmente, proporcionando una mejor visión durante el día.