Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad ocular crónica que daña progresivamente el nervio óptico, la estructura encargada de enviar la información visual al cerebro.
Es la segunda causa de ceguera en el mundo.
El 50% de las personas con glaucoma no saben que lo tienen.
Un diagnóstico temprano puede evitar la pérdida de visión en la mayoría de los casos.
¿Qué es el Glaucoma?
El glaucoma afecta el nervio óptico, responsable de transmitir las imágenes al cerebro. En la mayoría de los casos, el daño se produce por un aumento de la presión intraocular, lo que provoca una pérdida de visión gradual y, en etapas avanzadas, ceguera.
Tipos de Glaucoma:
🔹 Glaucoma de ángulo abierto: Es el tipo más común y se desarrolla lentamente sin síntomas evidentes hasta que la visión periférica comienza a deteriorarse.
🔹 Glaucoma de ángulo cerrado: Se produce cuando el drenaje del humor acuoso se bloquea repentinamente, provocando un aumento brusco de la presión ocular. Es una urgencia oftalmológica que requiere atención inmediata.
🔹 Glaucoma congénito: Afecta a bebés y niños debido a un desarrollo anormal del sistema de drenaje ocular.
🔹 Glaucoma secundario: Puede ser consecuencia de otras enfermedades oculares, traumatismos o el uso prolongado de corticoides.
En sus primeras fases, el glaucoma puede no presentar síntomas
El glaucoma es conocido como «el ladrón silencioso de la visión» porque en muchos casos no presenta síntomas hasta que la pérdida visual es significativa. Sin embargo, algunos signos de alerta incluyen:
✅ Pérdida gradual de la visión periférica
✅ Visión borrosa
✅ Dolor ocular o enrojecimiento (en glaucoma de ángulo cerrado)
✅ Halos alrededor de las luces
✅ Náuseas y vómitos en casos agudos
Si notas alguno de estos síntomas o tienes antecedentes familiares de glaucoma, es fundamental acudir a una revisión oftalmológica.
¿Quién tiene más riesgo de desarrollar glaucoma?
El glaucoma puede afectar a cualquier persona, pero ciertos factores aumentan el riesgo:
🔹 Presión intraocular elevada
🔹 Edad avanzada (mayores de 60 años)
🔹 Antecedentes familiares de glaucoma
🔹 Miopía o hipermetropía elevada
🔹 Diabetes, hipertensión arterial o enfermedades cardiovasculares
🔹 Uso prolongado de corticoides
Realizar controles oftalmológicos regulares es clave para detectar la enfermedad a tiempo.
Opciones para controlar la enfermedad y preservar la visión
El glaucoma no tiene cura, pero un tratamiento adecuado puede frenar su progresión.
Opciones de Tratamiento:
🔹 Colirios hipotensores: Reducen la presión ocular y evitan el daño al nervio óptico.
🔹 Tratamiento con láser: Técnicas como la trabeculoplastia pueden mejorar el drenaje del humor acuoso.
🔹 Cirugía de glaucoma: Se recomienda en casos avanzados o cuando los tratamientos anteriores no son efectivos.
El tratamiento debe ser personalizado y supervisado por un oftalmólogo especializado.
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Resolvemos las dudas más comunes sobre síntomas y tratamiento del glaucoma. Encuentra aquí toda la información que necesitas para recuperar tu visión con confianza.
¿El glaucoma se puede prevenir?
No se puede prevenir, pero las revisiones oftalmológicas pueden detectar la enfermedad a tiempo y evitar la pérdida de visión.
¿La pérdida de visión por glaucoma es reversible?
No, el daño al nervio óptico es irreversible, por lo que es fundamental tratarlo a tiempo.
¿Cuándo debo hacerme una revisión?
Si tienes más de 40 años o antecedentes familiares de glaucoma, se recomienda un examen anual.
¿El tratamiento con colirios es para siempre?
Sí, el glaucoma es una enfermedad crónica y requiere tratamiento continuo.
¿Puedo operarme para curar el glaucoma?
La cirugía ayuda a reducir la presión ocular, pero no cura la enfermedad.
